Feliz Navidad





El Niño Dios ha nacido en Belén ¡Aleluya!
Sólo los pobres y humildes le ven… ¡Aleluya!





El Nacimiento del Salvador entraña en mi vida unos sentimientos que me desbordan; que con tal motivo, cada año me ingenio para llegar con mis sentimientos, incluso, a gente que, personalmente, no conozco, pero, como miembro de la sociedad, sé que les debo algo y quiero, con mi felicitación, resarcir mi deuda con ellos. Por ejemplo: Un año me hice con las direcciones de todos los empleados de correos de Cáceres, y a ellos me dirigí. Sorprendentemente, la noche de la Navidad de ese año, más de uno me llamó por teléfono, porque en casa, emocionados con mi mensaje, todos estaban llorando. Me explico, ¿no?


Sobre si a todos les pongo lo mismo. Si los conozco personalmente, no. Cuando me asalta a la memoria una persona querida llega con una exigencia muy particular a la que, sin duda, hay que satisfacer.


Feliz Navidad a todos los seres del mundo con buena voluntad.





Desde la Colina: Pacífico.

Me aprecian...




Sé que me aprecian por mi manera de anclarme en el tiempo. Pasé de ser niño a ser abuelo; de montar en un caballo hecho de un palo, a ser caballo de carga dejándoles subir a todos. También sé que las montañas, sin que ellas se den cuenta, llevan en su interior veneros de agua silenciosa, que sólo la escuchan los que tienen despierto el sentido del ritmo y de lo bello.


Si algo he influido, al igual que sucede con la montaña, el mérito no es mío, sino de quien pasó a mi lado, al escuchar y vber, se paró y se quedó a mi vera. Ellos por separado son arroyos que al encontrarse forman río. Recuerdo el poema de Basilio Sánchez, que puede dar luz a mi afirmación:


EL HOMBRE DEL PARQUE.

Despacio, día tras día,
caminábamos juntos sin sospechar apenas
que el amor que había en él nos iba dando
un lugar para siempre.

Sentados junto al fuego,
respirando del aire de las llamas,
su corazón de niño y lo sagrado
que avivaba en sus pliegues su corazón de hombre
inventaban el mundo.

Aquí, en este espacio, hemos estado todos.
Pero el agua que fluye es solo suya.

La fe a una edad.



La fe juega un papel de relevancia con la edad. La evolución de la persona marca en la vida metas y conductas definidas. Al valorar el pasado, si quiero ser justo, debo tener en cuenta sus espacios. Habrán podido ser más o menos gratos, en la mayoría de los casos, traídos de la mano de la edad.


Querer ignorar el pasado es tan peligroso como cerrar los ojos a la luz; es como quedar colgado de los últimos peldaños de la escalera. El tiempo debiera ser el espacio entre nuestros recuerdos. Porque no es el tiempo el que pasa, pasamos nosotros. Al mañana lo cimenté ayer, lo sigo apuntalando hoy y espero a que un día me llene de luz.


El tiempo es el capital que a nadie se le puede usurpar y que nadie debiera usar mal, porque se volverá contra él. El dramaturgo Buero Vallejo decía que “el tiempo somos nosotros y no es posible detenerlo.” Puedo decir que el futuro está en mis manos. Amos Alcott llamaba al tiempo su mejor amigo, el que, mejor que nadie, le enseñaba la sabiduría del silencio.

Me reconozco




Me reconozco, como me reconozco en las fotografías, pero más de una vez me resisto a creer que sea yo.


Las palabras no dicen exactamente lo que uno es, sólo son una aproximación.


La verdadera historia de cada uno permanece tapada por las muchas palabras.


Mutatis mutandi.


Mutatis mutandi (cambiando lo que se deba cambiar), todo lo que fue bueno anteriormente, lo puede seguir siendo. Porque todo lo bueno es imagen de Dios (Sumo Bien), toda justicia es imagen de Dios (Suma Justicia), todo perdón es imagen de Dios (Todo Misericordia)

En más de una ocasión he dicho que el ser humano no es más que un cúmulo de experimentos en este acertijo de lo que Dios quiere y el hombre necesita. Lo encomiable no está sólo en el acierto con lo mejor. Fundamentalmente está en querer acertar con la Verdad.

De la década de los años 60 recuerdo un sinnúmero de artimañas de las que yo me servía para poderme reunir con los jóvenes. Lo loable no está en conseguir hacer la reunión, sino en el ¿para qué? Y aunque el fin no justifica los medios. A la hora de emprender una obra y tener que usar unos determinados medios, habrá que velar para que éstos se ajusten y no se opongan al bien que se busca.

Un montaje de filatelia, con su sala, su fichero, sus álbumes, y demás material que requiere la actividad; con la mano de obra (los jóvenes), sus horas de trabajo, etc. etc. De tejas a bajo podía ser un buen hobby, un medio cultural y hasta un negocio; podía ser, como les hice ver, una forma de poder ayudar a las misiones. Pero en aquel primer momento, de mi ofrecimiento a ellos como director espiritual, primaba conseguir entrar a formar parte de su mundo, encarnarme yo en ellos, más que ellos en mi. Tuve que dejar que el tiempo transcurriera, soportar el choque primero generacional; sin olvidarme de que era mayor, para que la balanza de la justicia quedase en el fiel, tenía que valorarles a ellos más que a mi. Sin falsos orgullos, tengo que decir que aquellas sala de la filatelia pasó a ser sala de encuentro entre amigos. Seguíamos trabajando con los sellos: Los recogíamos por las oficinas, los lavábamos, los seleccionábamos, los clasificábamos en álbumes, los vendíamos, solucionábamos algún problema. Pero lo bueno de verdad era que habíamos conseguido la comunión entre nosotros bajo en influjo de la levadura de Jesús.

Otra de las maniobras que usé (siempre creí que era buena) fue la del rezo del Santo Rosario. Todo se determinaba previo acuerdo entre los jóvenes. Originalidad: Se formaron grupos de a quince; cada miembro de grupo elegía una de los quince misterios; se comprometían (lo llevaban escrito a imprenta en una cartulina) a rezar el Padre Nuestro y las diez Ave Marías, todos los días a las cinco de la tarde. A primera vista hasta puede parecer una puerilidad; pero ellos lo aprobaron y lo cumplían. ¿Cuál fue el móvil de todo esto? Por un lado hacer que el Rosario se siguiera rezando; por otro, colaborar con ello a la comunión entre ellos. Todos los que en su día formábamos esa Cruzada Mariana hemos salido beneficiados. Fue un tema que se tomó en serio. Lo avala el informe que cada uno tenía que hacer por escrito sobre su fidelidad.

Otra de las formas que creí acertadas al encarnarme en la juventud fue el alistarme en su lucha contra todo tipo de esclavitud. Como representante del bando de la oposición: Los padres, los profesores, los políticos de turno, la jerarquía eclesiástica, los medios de comunicación, siempre en manos de los mayores. Les indiqué la manera más fácil de romper los barrotes de la jaula sin que el contrario cayese en la cuenta. Empecé consiguiendo que los padres viesen bien que sus hijos pasasen los finales de semana –en cualquier estación del año- durmiendo al aire libre, bajo tiendas de lona o en refugios.

Llegar a montar un campamento, al comienzo sin los mínimos para ello. Hacerles ver que eran ellos los implicados, los hacedores y los responsables de todo lo que allí sucediera. Que aunque yo fuese clave para que se les abriesen ciertas puertas; sin ellos yo no pintaba nada en aquel lienzo blanco. La garantía de un campamento mixto no la da un mayor si los jóvenes no se prestan y colaboran a ello. Pero aquí no se puede andar con enredos o medias tintas: Hay que mojarse si se quiere pescar; hay que arriesgarse, ponerse en peligro, gastar horas a su lado sin imponer mis ideas, hablar y seguir su conversación; hay que llegar a creer que hasta pueden tener razón en los planteamientos de sus ideas. Una vez que te hayas ganado el puesto entre ellos, puedes, en cierto modo, ser el freno de su potro. Sólo al partir de esta línea serás escuchado y tenido en cuenta.

Una aparición


Una señorita de los montes de León por arte de birlibirloque tuvo su momento mágico y decidió pintarme y pintó un cuadro de dimensiones que, ni ella jamás soñó.

Pasado el tiempo hacía yo autostop en una carretera de Extremadura; veo que viene un camión; hago la señal para que pare, Lo hace y le pregunto: ¿A dónde va usted? Contestó con cara de pocos amigos: A Descargamaría. Un pueblo que no sé donde lo han colocado. Yo voy a él. ¿Puede llevarme? Suba, me contestó.

Puso en marcha al camión a la vez que me dijo: Llevo en el camión un cuadro de tales dimensiones que deber ser importante el protagonista del mismo, pero que a mi me trae en jaque. Le interrumpí para decirle: El señor del cuadro soy yo. Se enfureció y dijo: ¡Imposible! Si repite lo que acabo de oír, paro el camión y lo dejo en la carretera. A lo que le contesté: Siga adelante.

Llegamos a Descargamaría, le indiqué donde tenía que parar, intenté ayudarle a bajar el cuadro, a lo que él repuso: Seis hombres hacen falta. Llamé a los seis hombres que estaban en el bar. Bajamos el cuadro. Con unos hierros le quitó la envoltura, y al ver el cuadro se quedó como la cera: Lívido. Echó a correr a la vez que decía: ¡Este señor es una aparición!

Sin preconcebir


No tengo nada preconcebido. Me comporto como el cazador que buscando la más suculenta pieza, dispara a la que se le pone a tiro: cada uno, como las plantas, tiene su color, su aroma y su sabor. Y según me vais llegando a los ojos, al olfato o al gusto, yo elijo.

Mi vida es la parcela de un devenir constante de calores. Fríos y aguas torrenciales, de amores y desamores, de rezos y de blasfemias; es un coto que cada uno debe sembrar y llenar de flores, de aromas y plantas medicinales. La vida en cada uno, una vez que sale de su fuente, puede convertirse en torrente o un río complaciente. Depende en parte de mí, de que sea o no amable, de que escuche a quien en la calle revindica sus derechos.

Estáis todos


En mi archivo estáis todos, sí; pero que todos deban salir, no procede por respeto al dibujante y por respeto los interesados.

Por ejemplo –oculto el nombre- hace unos 25 años, fulano de tal, por circunstancias que no vienen al caso, rozó mi cercanía. Con 13 años dejaba ver lo que de él se podía esperar. Aburrido de darle consejos, escribí en mi cuaderno verde esperanza de mis secretos: Fulano de tal, si no cambia, terminará en la cárcel. A los 25 años lo encontré en la Plaza de la Concepción de Cáceres. Me abordó y me preguntó: Pacífico, ¿me reconoce? Yo sabía a quien tenía delante. Me hice el despistado y le pregunté: ¿Quién eres? Me contestó: Fulano de tal. ¿Y cómo te va la vida? Hace una semana me echaron de la cárcel. Por ser bueno, le dije sonriendo. ¿Tienes tiempo para esperarme unos minutos?

Me esperó; me acerqué al colegio San Antonio; cogí el cuaderno verde esperanza de mis secretos, y volví. Allí lo volví a e4ncontrar cabizbajo y estoico. Le dije: Lee, en alta voz, lo escrito por mí hace 25 años en la página 40. Como le ordené lo hizo: Fulano de tal, si no cambia de rumbo, acabará siendo presa de carne en una cárcel. Él sacando valor de donde pudo me dijo: ¿Por qué no me dijiste esto a tiempo? Me cansé de decírtelo, y viendo que no me hacías caso lo escribí, en mi cuaderno verde esperanza, esperando este día. Ahora comprenderás que debo ser cauto al escribir en una página abierta al público, como es el foro.


La vida


La vida es nuestra compañera de viaje. Es más que una novia. Comparte por entero con nosotros –aunque exigiendo su paga- los días y las noches, la salud y la enfermedad. Con nosotros comparte las risas y las lágrimas, los placeres y los desgarros. Y apura con nosotros los sorbos dulces y amargos de la historia.


La pasión por la vida hace que nos crecen las alas para remontar el vuelo. El enamoramiento lleva consigo desnudarnos de todo prejuicio inútil, que nos pudiera esclavizar o no dejarnos vivir. Enamorarse de la vida es beber con ella en el día a día el néctar del amor hasta emborracharte.


La vida tiene dos compartimientos: Uno es edificio robusto y compacto, sostenido por pilares de roca firme, levantado con trozos de vida caduca, pero que se hace eterna con la conjunción de sus partes. El otro lo componen las vidas con minúscula, y son caminos hechos por las criaturas: Los árboles del bosque, las aves del campo, los peces del mar; hasta el ser humano es pieza de este compartimiento. Todos tienen salida y meta, comienzo y final. Todos llevan escritura indeleble de su caducidad. Todos son manifestación de la Vida Total. Por eso cada criatura es una ventana a la que se asoma la Vida con mayúscula: Dios.


Nada hay más hermoso bajo el cielo que la vida, nada más feble y delicado, es un cuadro de luces y de sombras, una maceta de barro con jacintos y nardos; la vida es una novia que exige tener tacto.

Sombras

Hacer el bien no es algo excluyente de lugares o de personas. El bien es patrimonio de Dios, y Dios está en todas partes.


La conciencia se ha quedado perpleja y se ha preguntado: ¿En este entierro quienes van a ser los interlocutores? ¿Quién va a preguntar y quién a responder? ¿Quién se va a hacer cargo de lo que aquí se diga?


He pasado mi mano por la frente y he comprobado que estoy sudando del vértigo. Me he preguntado: ¿Seré capaz de hacerle frente a semejante reto?


Es mi sombra.
Aparece cuando a mi puerta llama el sueño,
y todo duerme o descasa.
Es el interruptor de mi pensamiento.
Yo diría que es Dios,
o mi conciencia, o los dos puestos de acuerdo
los que cada día pregunta y responden.
Aunque, el por qué y el para qué, lo ignoro.
Tengo entendido que Dios es un versado estratega;
con sus preguntas pone el dedo en la llaga.
Por eso me da grima y me veo al borde del precipicio cuando escucho las preguntas.


Al final del camino. Cuando las cosas se alejan lentamente y se pierden en el horizonte, empiezo a dudar del por qué y el para qué de estos pasos.

Uno de los nuestros...



Profesor Universidad Extremadura gana Premio Gerardo Diego con ensayo autor
Santander, 19 jun (EFE).-

El profesor titular de Literatura Española de la Universidad de Extremadura José Luis Bernal Salgado ha sido el ganador de la séptima edición del Premio Internacional Gerardo Diego de investigación poética, con un ensayo sobre la obra "Manual de Espumas" del poeta cántabro.

El jurado de este premio, presidido por el catedrático de Literatura de la Universidad de Salamanca, Ricardo Senabre, dio hoy a conocer el fallo de la séptima edición del certamen, que por primera vez galardona una obra sobre una monografía de Gerardo Diego.

Senabre explicó que "no ha sido fácil" elegir a la obra ganadora, titulada "Manual de espumas. La plenitud creacionista de Gerardo Diego", de entre las doce presentadas, que consideró una "cantidad asombrosa" de trabajos para certámenes de estas características de investigación poética.

Aun así, resaltó el acercamiento que "extraordinariamente" hace Bernal Salgado al libro que "marcó un antes y un después" en la poesía de Gerardo Diego y que documenta con información inédita que sólo está archivada en la fundación que lleva el nombre del poeta santanderino, en la capital cántabra, en la que se dio a conocer el fallo del premio.

"Manual de espumas", según Senabre, "marco un hito" en la poesía del autor cántabro y "abrió caminos" para el inicio del movimiento poético del creacionismo.

El trabajo de investigación del ganador del premio recoge un resumen de la historia literaria en la que se creó "Manual de espumas", interpreta los textos de esta obra de Diego e incluye un acercamiento documental "que pocas veces se produce en este tipo de ensayos", explicó Senabre.

La obra, que será publicada por una editorial nacional, incluye documentación inédita que sólo está archivada en la Fundación Gerardo Diego y que fija la génesis de lo que fue para el autor cántabro este "Manual de espumas".

La integrante del jurado, la catedrática de Literatura Española de la Universidad Complutense, María del Pilar Palomo, afirmó que el ensayo del profesor extremeño es la "certificación" de la utilidad de la Fundación Gerardo Diego, donde Bernal Salgado obtuvo la mayoría del material para llevar a cabo la investigación, por la que obtendrá un premio de 6.000 euros.

Ricardo Senabre indicó que esta obra será también un estudio importante para la investigación de la poesía contemporánea española, de la que uno de sus máximos representantes fue el poeta santanderino.

El secretario del jurado y catedrático de Literatura Española de la Universidad de Murcia, Francisco Javier Díez de Revenga, añadió que la documentación que recoge el ensayo no se había utilizado nunca para explicar el inicio del movimiento poético del creacionismo, que puso en marcha Gerardo Diego.

José Luis Bernal Salgado nació en Cáceres en 1959 y es autor de quince libros, entre los que ya cuenta con monografías sobre Gerardo Diego como "La biografía Ultraísta de Gerardo Diego" o "Estudio bibliográfico de la poesía de Gerardo Diego".

Además ha publicado una prosa literaria sobre el autor santanderino y una antología poética de Luis Cernuda.

Director de la revista Gálibo, como poeta Bernal Salgado ha publicado dos libros "Primavera invertida" y "El alba de las rosas" y cuenta con varios premios, además de haber sido presidente de la Unión de Bibliófilos Extremeños y vicepresidente del centro de la UNESCO en Extremadura.



Para los más tozudos...




Despertad los dormidos,
pues hay amigos luchando en el frente;
presentaros sin ruidos
como hace el valiente
haciendo suya el agua de la fuente.






Recuerdos de un foro...


3 DE JULIO, 2006

CAMPAMENTO P. PACÍFICO



Sigo buscando el pino más encumbrado y airoso;
la encina apuesta y resistente, con ramas extendidas,
como pámpanos salvajes.
O un lugar rápido, en el que no entre nadie.
Quiero sorprenderos, veros, oíros, y rezar con vosotros.


He oído crujir la rama más gruesa del pino más alto;
he visto saltar al arroyo Noblea una rana verde;
me ha dado en la cara la brisa
que baja lentamente de la montaña al caer la tarde;
desde lo alto, apenas sí oí los lamentos de los que, en la tierra, rezaban.
¿Por qué no rezáis más alto?
¿Por qué vuestro achicamiento y vuestro miedo?
Es Dios, tu compañero el que, a veces, invisiblemente,
te habla, te sonríe, te abraza y te besa.
Mírale a los ojos. Son azules, como el agua de un lago sereno.
En él hay peces, ideas que comparte con los amigos.
Ponte a su lado y observa. No temas;
escúchale atento, En su voz oirás las quejas y lamentos
de cuantos te rodean.
En este instante no sé cómo te llamas;
quizá un día lo sepa;
ese día, para mí, será festivo y grande;
juntos lo celebraremos.
Con hartura de versos y vino alambicado;
con abrazos, con lágrimas y besos.
Por favor, habla más alto;
pisotea el miedo;
que ya te pueda oír.
Quiero que seas mío todo entero;
como almendra sembrada en mi tierra,
o almendro con flores,
o un banco y una mesa de madera noble,
donde me pueda sentar para escribirte,
como si fuéramos novios para siempre.





El cuenco de la mano




LIBRO DE

RELATOS DE

BASILIO SÁNCHEZ



La Asociación Cultural Littera Villanueva / Littera Libros, tiene el gusto de invitarle a la presentación del libro El cuenco de la mano, del autor Basilio Sánchez.

El acto tendrá lugar en el Colegio Mayor Francisco de Sande de Cáceres (Pl. Pereros, 2) el próximo lunes 12 de marzo a las 20:15 h.

Agradeciendo de antemano su presencia, reciba un cordial saludo.

¡HOLA!

Soy Inés María Jurado Fernández.

Nací el día 4 de Noviembre de 2006 en Triana.

He recibido el bautismo el día 20 de Enero de 2007, víspera de Santa Inés, en la Parroquia de Nuestra Señora del Mar, de Sevilla.












INTERVENCIÓN DE PACÍFICO:

Rocío y José María, sobran las palabras cuando estas están avaladas con los hechos.

Más de uno de los presentes se estará preguntando:

¿Qué pinta ese anciano aquí?

Yo intentaré sacarlo de su asombro:

Guardando las distancias con el Anciano Simeón, que cumplido el tiempo marcado por la ley, María y José, padres del Niño lo tenían que llevar al templo para ponerle el nombre de Jesús, como el Ángel les había indicado antes de ser concebido en el seno de María.

Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de su pueblo. Le había sido rebelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Por eso acudió al templo y tomando en brazos al Niño, bendijo a Dios diciendo las palabras que yo voy a decir con Inés María en mis brazos:


Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante los pueblos:
Luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo.



INTERVENCIÓN DEL PADRE DE INÉS MARÍA

Santa Inés.


Enero blanco, el brezo prende mechones de lana en los colmillos acerados, la escarcha inmaculada se tiñe de púrpura, de violeta: gota a gota el cuello yugulado del Cordero, colgado de un garfio impunemente, ha impregnado la tierra con su sangre qui tollis pedcata mundi. Ojos azules en la noche cándida, la víspera de Santa Inés las doncellas núbiles vislumbran en sueños el semblante de su esposo futuro: encantamientos boreales bajo el árbol de navidad. Agnes de Roma ha atisbado el rostro del Hijo del Hombre y la brutal columna: el látigo, la tenaza, el oficio de tinieblas que celebraban los depravados cónsules de la sorna, el inmundo lupanar para quemar a Dios. Un tallo de lavanda perfuma el cajón donde guardamos las estampas de los mártires, hay un rincón en el huerto para las azucenas tronchadas por la carne, hay una nube de incienso que sube como una cabellera o un himno, y no es inútil la pureza, mas extraña. Tiemblan los rebaños, el hisopo riega el vellón para tejer los palios arzobispales, el agua del Jordán baña la cabeza de mi hija.

JUANJO CORTÉS, LOURDES Y SU GUITARRA.





ESTAMPAS PARA EL RECUERDO:
JUANJO CORTÉS, LOURDES Y SU GUITARRA.


Hablo de Juanjo Cortés,
hombre fiel, buen compañero;
Él puso acento al sendero
para seguirlo después.


Joven apuesto en la vida,
con señales de futuro,
tuvo que pisar seguro
y emprender nueva salida.


No cejó ante lo adverso,
ni lloró ante la cruz;
Ella le encendió la luz,
poniendo, junto a él, su verso.


Hoy la lucha sigue en pie,
del guerrero que aún confía,
y de Lourdes se fía,
pues le sostiene su fe.


¿Qué se oculta en la natura?
¿Por qué te inspiras en ella?
Sobradamente es bella,
y su entorno es dulzura.


¿Qué se esconde en vuestras almas?
Dejadlas libres, que vuelen,
que retocen y que anhelen
el triunfo que dan las palmas.


La duda os enseñe a ver
lo que no llega a los ojos,
por eso caed de hinojos
ante el bello amanecer.








El loco de la colina,
habla desde el corazón.

 
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