Yo tengo un corazón humano como lo tiene usted. El corazón, se quiera o no, es sensible a la necesidad de los otros. Sólo cuando se le arropa con el egoísmo o la ambición, el corazón, pierde su por qué y para qué, como es sentir el latido de los demás seres.
Eclipse y poesía
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(De Dickinson a Bécquer)
En 1894 Mabel Loomis Todd, escritora y primera editora de Emily Dickinson,
de cuyo hermano fue amante, publicaba en Cambridge (...
Hace 1 semana