El Nacimiento del Salvador…


Es verdad que el Nacimiento del Salvador entraña en mi vida unos sentimientos que me desbordan; que con tal motivo, cada año me ingenio para llegar con mis sentimientos, incluso, a gente que, personalmente, no conozco, pero, como miembro de la sociedad, sé que les debo algo y quiero, con mi felicitación, resarcir mi deuda con ellos. Por ejemplo: Un año me hice con las direcciones de todos los empleados de correos de Cáceres, y a ellos me dirigí. Sorprendentemente, la noche de la Navidad de ese año, más de uno me llamó por teléfono, porque en casa, emocionados con mi mensaje, todos estaban llorando. Me explico, ¿no? Sobre si a todos les pongo lo mismo. Si los conozco personalmente, no. Cuando me asalta a la memoria una persona querida llega con una exigencia muy particular a la que, sin duda, hay que satisfacer.

Mi correspondencia, de ordinario, es abundante; Me escribe mucha gente y a todos contesto. Y si esto no fuera bastante, llegada la Navidad tengo razones para aumentar los escritos. Con ello busco hacer mayor mi comunión, procurando que no desaparezca. Personalmente, esto repercute en el espíritu. De acuerdo que es una ocupación añadida a la que uno tiene; pero merece la pena. Es como un juego de sorpresas, que yo uso con frecuencia; con él lleno de ilusión a gente que no me espera: En cada Navidad elijo un sector de la sociedad: carteros, empleados de Renfe o Estación de Autocares, para que les llegue mi singular felicitación. Los resultados han sido positivos. El hecho de que un desconocido llame a tu puerta con un mensaje de paz; se quiera o no, es un mensaje de cielo. Que esto es un añadido más al peso de la vida: Nadie lo puede negar. Pero que merece la pena hacerlo.

1 comentario:

Chely dijo...

En una de tus últimas cartas nos decías: Yo, ya no me tengo de pie. Y aquí me tienes preocupado aún por todo cuanto atañe a la AFA. Sin vanagloría: Es una obra que, ahí queda, como "patrimonio", si no de la humanidad, si de un grupo de locos que no tuvo miedo a la verdad: Se rompieron muros, se abrieron muchas puertas y ventanas, se destruyeron tabúes con los que pudimos ir hasta la cárcel: Más de uno se quedó con las ganas; conseguimos que entrase en nuestra casa el aire limpio: Renovación de ideas. Es trigo escondido en la tierra, y un día nacerá y dará mucho que hablar.No os quepa la menor duda.
Se te echa mucho de menos. Un beso enorme.

 
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