Yo tengo un corazón humano como lo tiene usted. El corazón, se quiera o no, es sensible a la necesidad de los otros. Sólo cuando se le arropa con el egoísmo o la ambición, el corazón, pierde su por qué y para qué, como es sentir el latido de los demás seres.
Vanidades de feria
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En Sevilla, esa amplificación de España o viceversa, es inconcebible el
reconocimiento al trabajo bien hecho.
Tan es así que ningún artista se atrevería a d...
Hace 4 días