Yo tengo un corazón humano como lo tiene usted. El corazón, se quiera o no, es sensible a la necesidad de los otros. Sólo cuando se le arropa con el egoísmo o la ambición, el corazón, pierde su por qué y para qué, como es sentir el latido de los demás seres.
Historia de las ideas estéticas
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La música del siglo XVI apelaba a la FE, las grandes polifonías como
vidrieras encendidas.
La música del siglo XVII movía a la PIEDAD, los corales y orat...
Hace 1 día







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