Yo tengo un corazón humano como lo tiene usted. El corazón, se quiera o no, es sensible a la necesidad de los otros. Sólo cuando se le arropa con el egoísmo o la ambición, el corazón, pierde su por qué y para qué, como es sentir el latido de los demás seres.
Homenaje Isobárico a Antonio Burgos
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Vicente, calimas del Magreb que dejáis sobre las túnicas de los nazarenos
la aren...
Hace 9 horas
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