La vida...


La vida es nuestra compañera de viaje. Es más que una novia. Comparte por entero con nosotros –aunque exigiendo su paga- los días y las noches, la salud y la enfermedad. Con nosotros comparte las risas y las lágrimas, los placeres y los desgarros. Y apura con nosotros los sorbos dulces y amargos de la historia.

La pasión por la vida hace que nos crecen las alas para remontar el vuelo. El enamoramiento lleva consigo desnudarnos de todo prejuicio inútil, que nos pudiera esclavizar o no dejarnos vivir. Enamorarse de la vida es beber con ella en el día a día el néctar del amor hasta emborracharte.

La vida tiene dos compartimientos: Uno es edificio robusto y compacto, sostenido por pilares de roca firme, levantado con trozos de vida caduca, pero que se hace eterna con la conjunción de sus partes. El otro lo componen las vidas con minúscula, y son caminos hechos por las criaturas: Los árboles del bosque, las aves del campo, los peces del mar; hasta el ser humano es pieza de este compartimiento. Todos tienen salida y meta, comienzo y final. Todos llevan escritura indeleble de su caducidad. Todos son manifestación de la Vida Total. Por eso cada criatura es una ventana a la que se asoma la Vida con mayúscula: Dios.

Nada hay más hermoso bajo el cielo que la vida, nada más feble y delicado, es un cuadro de luces y de sombras, una maceta de barro con jacintos y nardos; la vida es una novia que exige tener tacto.

2 comentarios:

IAgundez dijo...

La vida que nos diste,la vida que viviste, la vida que sembraste, la vida que miraron tus ojos, la vida que tocaron tus manos,la vida que quedo bajo la huella firme de tus pies. Esa vida... Hoy, ahora mismo, en este momento que es solo mio quisiera que volviera.

TACHE dijo...

Gracias, gracias. Acabo de iniciar otro caminito de vida abandonando otros que eran muchos más fáciles pero insatisfactorios y estoy seguro que tú has tenido mucho que ver con esta decisión, no en balde comenzó en tu campamento. Gracias.

 
subir