¡ATENCIÓN, ATENCIÓN!

A los amigos de siempre,
a los que he llevado conmigo,
llevo y llevaré eternamente.




Con el nuevo año, 2007, abro mi blog, exponiéndome a cualquier reclamo. Parto del convencimiento de que toda casa en guerra civil está abocada al fracaso. Se nos impone la sensatez y la cordura; somos personas maduras y ya no podemos dejarnos arrastrar por nuestro pasado joven, elogioso, pero que, como la niñez, ya ha pasado.




Abro el blog en son de paz, no de guerra; ya no estoy yo para semejantes menesteres; quiero terminar mis últimos días apoyado como siempre estuve en vosotros. Reconozco que no hubiese llegado al final de mi camino sin vuestra grata compañía. Os conozco uno a uno con nombres y apellidos, y sé lo que cada uno ha puesto de su vida en esta casa.




Como humanos que somos, tendremos nuestros fallos a la hora, incluso, de querer lo mejor para todos. Aunque, también, hemos de admitir que cada cual somos hijos de nuestros padres, y no siempre hemos heredado lo mejor: lo que se adecua al sentir común. Por lo que hemos de tener comprensión - que no quiere decir silencio -. El silencio puede ser cómplice, como en el caso de Pilatos cuando para desentenderse de Jesús se lavó las manos. A nadie le gusta tener que dar la cara, pero hemos de comprender que alguien tiene que cargar con este puesto. Tomemos con sensatez cualquier advertencia que nos llegue de los que hemos encargado que velen por los recintos, aunque en más de una ocasión, como humanos, se equivoquen.




Sé que con la apertura del blog, más a esta edad de mi vida, y lleno de achaques, me expongo a terminar, absurdamente, mal mi estancia entre vosotros. Con ello demostraríamos ser poco inteligentes o de cascos ligeros. Me resisto a tener que pasar por esta prueba si con ella pierdo la imagen que siempre – contando con nuestros fallos – ante vosotros he tenido. Mantenerla debe ser nuestro mayor anhelo.





Con vosotros siempre,
a las duras y a las maduras.
Fr. Pacífico Martínez.

2 comentarios:

cortizperez dijo...

Un abrazo, querido Pacífico. Una alegría "escucharte" en la Red.

Anónimo dijo...

Apreciadísimo Pachi:
Muchas gracias por enseñarnos a ser PERSONAS; ahora que somos mayorcitos e intuimos el verdadero valor de las cosas, nunca podremos agradecértelo bastante.
Hasta siempre.

 
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